4. Su método para matar

Como según la encuesta que hice en el anterior mail todos queríais saber sobre su método, le pregunté a Elías “¿Cómo has hecho para que no te cojan nunca?”.

Tengo que esforzarme en recordar para qué lo hizo, porque si lo olvido, me parece admirable su tenacidad durante tantos años.

Juzga tú.

“Primero me dediqué a ir a bares y gimnasios cerca de comisarías para alternar con policías y conocer sus dinámicas, luego, teniendo claras las zonas oscuras de su método, hice el mío. Más o menos serían estos mandamientos:

-La curiosidad mató al gato: Nunca vuelvo a las escenas del crimen. Ni al día siguiente ni nunca.

-No hay lugar para el ego: No dejo señales, no me llevo recuerdos. No lo hago porque los recuerdos se convierten en pruebas.

-El morbo no existe: No hago búsquedas en Internet de nada relacionado con el asesinato que he cometido. La satisfacción del momento y los recuerdos son suficiente recompensa. Mato y olvido.

-Cero de todo: No he bebido nunca alcohol ni he tomado drogas porque se baja la guardia. Los policías, por ejemplo, me han contado muchas cosas con dos copas de más, yo no voy a caer en eso.

-He preferido no tener familia, ni pareja ni grandes amigos, no he querido tener la opción de poder desahogarme cuando lo he necesitado.

-Sin patrón: No tengo motivación alguna para elegir a la persona, manda el azar.

-Sin patrón: No tengo motivación alguna para elegir el lugar o la hora, manda el azar y la oportunidad.

-Siempre lo he hecho solo… menos una vez”.

Me preguntó por qué tenía interés en el método y cometí un error. Entonces ocurrió algo que no esperaba.