Acabo de salir de la UCI

Acabo de salir del hospital. UCI y todos esos rollos. Ha estado cerca.

Ya te contaré pero se está complicando la cosa, tengo que viajar a Sevilla y no sé qué va a pasar.

Estoy escribiendo todo lo que está pasando porque no sé si podré contarlo. Déjame compartirte la presentación de Elías. Nunca le hice fotos, así que si me pasa algo en Sevilla, espero que esto ayude a la policía..

“Elías es un tipo de unos 55 años, quizá algo menos. Es muy moreno de piel, está unos 10 o 15 kilos por encima de su peso y juega con su perro en un parque.

Quizá lo importante sea la acción: disfruta lanzándole una pelota a un chucho de tamaño grande que puede tener algo de labrador, algo de beagle y mucho de azar. Elías sonríe viendo como la persigue, la atrapa, la zarandea y la trae. Vuelve a cogerla con dos dedos de la boca del perro, le quita las babas con un pañuelo, repite la operación y tira la pelota lejos.

Si alguien se fijara en él durante un buen rato y fuera suficientemente sensible se daría cuenta de que hay más disfrute del lógico en ese juego de lanzarle una pelota a un perro. Igual una persona normal, si tuviera que definir lo que ocurre, usaría las palabras “pelota”, “ladridos” o “sonrisa”.

Sin embargo, estoy segura de que alguien con el ojo afilado usaría “presa” en vez de “pelota”, “fauces” en vez de “ladridos”, y “sadismo” en lugar de “sonrisa”.

Pero no hay muchas personas sensibles, y el comportamiento de Elías es tan deliberadamente normal que es invisible. Hay una frase que dice “Está bien escondida si nadie la mira”, porque la costumbre nos esconde las cosas.

Es verdad que es difícil ser normal cuando no te sale solo, pero también es verdad que no es imposible aparentarlo”.

Hay veces que parece que todo está a punto de desbordarse. Eso siento ahora. Por cierto, estoy pensando algo pero necesito tu ayuda.

J.