Así entra Elías en las casas

¿Se te ha desconfigurado alguna vez la tarjeta del hotel? ¿Has observado como con naturalidad no te pedían ningún dato más que el número de habitación para volver a configurarla?

Imagina llevarte la tarjeta de tu habitación en un hotel y volver con ese cuento unas semanas después. Imagina hacerlo y entrar en la habitación de un nuevo huésped.

Imagina esperar a oscuras con todo preparado a que llegue.

¿Has estado en alguna casa de alquiler? ¿En algún AirBnB? Seguro que sí. Supongo que te imaginas lo sencillo que es hacer una copia de la llave antes de irte y volver a los meses, esperar a que los nuevos huéspedes salgan, entrar y esperar a oscuras con todo preparado.

Estas son solo dos de las maneras que me ha contado Elías. Siempre dice que la parte de encontrar una víctima en un lugar en el que esté indefensa, no es difícil. Sin embargo, una vez que está solo con ellas sí “aparecen retos”.

Primero porque según él los cuerpos resisten más de lo que parece. En peligro real se endurecen tanto que a veces son difíciles de cortar, sacan fuerza de donde no la tienen y pelean por sobrevivir.

Y después porque hay que tenerlo claro. Lloran, vomitan todo lo que han comido, se orinan, se cagan encima… me impresionó que me dijera “James, matar huele”.

También me quedé con otra cosa que me dijo: “Las primeras veces tardas, te da tiempo a disfrutar, pero también casi a arrepentirte varias veces. Hay que trabajar en ser rápido y quedarte solo con el gozo”. 

J.

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PD3: Dentro de poco os hablaré de la portada que va a tener esta historia.